Uno de los componentes principales de una embarcación semirrígida, neumática o rígida son las protecciones y defensas para barco que se le ponen. Estos elementos ayudan a mantener la embarcación en condiciones óptimas, tanto en estética como en seguridad.
Podemos hablar de diferentes tipos de defensas, clasificándolas en sus zonas correspondientes en la embarcación. Estas zonas son el flotador en el caso de una semirrígida, la fibra en el caso de una rígida y defensas de aspectos generales que abarcan toda la embarcación sea del tipo que sea.
En el caso de las semirrígidas podremos encontrar más tipos de ayudas al flotador, debido a que estos son más expuestos a la hora de recibir cortes, rozaduras o golpes. Lo que puede hacer que a este se le cree una raja o un pinchazo, haciendo así un mal funcionamiento.
Tipos de Defensas para Barco
Las defensas para barco lateral, el cintón o el perfil lateral es la protección más usada a la hora de las defensas del flotador. Esta defensa recubre todo el perímetro del tubular, ayudando a este a no colisionar con otras embarcaciones, muelles, pantalanes, etc. Existen diferentes tipos dependiendo de la estética que se le quiera dar a la embarcación. Cabe destacar que esta defensa lateral se podría instalar en embarcaciones rígidas al igual. Existen en PVC y Goma, dependiendo del material del flotador se tendrá que utilizar una u otra.
Los conos en PVC o conos de Goma son unos protectores de la parte más a popa de los flotadores. Estos ayudan a proteger esta zona de golpes o roces por popa al tubular. Y a su vez refuerza la zona que más sufre de la semirrígida, debido a los esfuerzos que se crean con el agua a la hora de navegar. Existen diferentes tipos dependiendo de la estética que se le quiera dar y de cómo esté diseñado el flotador.
Las defensas hinchables y la defensa de proa son la mejor ayuda si disponemos de nuestra embarcación en un muelle o pantalán. Estas boyas hacen de protectores contra otras embarcaciones o paredes que tengamos a nuestros alrededores, evitando rozaduras y golpes con las mismas. Estas defensas son móviles, esto es, que no requiere de instalación fija en nuestra embarcación y las podemos colocar cuando queramos a nuestro gusto donde más convenga a la embarcación al momento, exceptuando la de proa. El fin de la defensa de proa es quedarse en la quilla protegiendo la parte frontal. Existen diferentes modelos dependiendo del tipo de embarcación donde se vaya a colocar y la superficie que se quiera proteger.
El protector de quilla es la defensa ideal para los navegantes que deciden varar su barco en la playa por un momento o a la hora de llegar a puerto y tener que bajarse del mismo por su playa artificial o rampa, tener que dejar la embarcación apoyada sobre el fondo. Esta defensa protege la quilla de todos los desconchones de fibra y las rozaduras que puedan ocasionar estas acciones, siendo muy útil su protección para el que precise de ella.
No importa que embarcación se utilice ni con que finalidad, la seguridad en el mar es lo más importante, y todas estas defensas para barco ayudan en su parte a mantener la embarcación en perfectas condiciones.