Bombas de achique

Qué es una bomba de achique

Las bombas de achique son necesarias para que el agua que penetre en la bañera sea evacuada lo antes posible. Es, por tanto, un elemento de seguridad y mantenimiento crucial.

Lo más común es que el agua se acumule en la parte inferior de la bañera, llamada sentina. Si este elemento se inundara por motivos como el oleaje, lluvia o fugas, la estabilidad en la navegación quedaría mermada; llegando a ser peligrosa a partir de cierto punto.

El agua dentro de las embarcaciones nunca va a menos si no se achica. Por este motivo es tan importante contar con una buena bomba de achique.

Tipos de bomba de achique

Se pueden encontrar diferentes tipos de bombas de achique, aunque en términos generales se distinguen entre bombas de achique eléctricas y manuales, con sus pequeñas variaciones.

Bombas de achique eléctricas

Las bombas de achique eléctricas se gestionan desde la misma consola de la embarcación a través del panel de interruptores. Hay otra modalidad, o submodalidad, que por su relevancia mencionamos a continuación.

Bombas de achique automáticas

Las bombas de sentina automáticas son también eléctricas, pero además disponen de sensores para que, superado un nivel de inundación, su actividad se inicie de manera independiente sin mediar la atención del conductor de la embarcación.

Bombas de achique manuales

Las bombas de sentina manuales son las más tradicionales. Las más comunes son las eléctricas pero muchos navegantes incorporan una manual por si la primaria tuviera algún incidente técnico. También son útiles para apoyar el trabajo de la bomba eléctrica en caso de que la entrada de agua sea superior a su propia evacuación.
Consejos útiles para las bombas de achique

Llevar en la embarcación una bomba de achique de repuesto.
Corroborar el buen funcionamiento de la bomba de sentina cada cierto tiempo.

Tratar de que sea una bomba de achique fácil de desmontar, ante cualquier incidente que obliga a reemplazar el elemento.

Engrasar de forma periódica las válvulas para no dificultar su giro.
Tener una bomba de achique en seco, con un tubo extenso y un filtro en el extremo, con objeto de poder evacuar agua en otras posibles zonas de la embarcación.

Comprobar con asiduidad el cableado que activa la bomba de achique.
Para evitar que se suelten las abrazaderas de sujeción de la manguera, no perder de vista la acción corrosiva marina, incluida la oxidación.
Por último, y como una extensión del consejo anterior, endulzarlas de vez en cuando; igual que se hace con los diferentes elementos de la embarcación.

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